Barbarigo sucumbe a las puertas de su segundo Gran Premio

por | 24 Sep, 2018

Ayer fue otro de esos tristes días para olvidar, esta vez con nuestro representante “Barbarigo” en la preparatoria de los viejos al Gran Premio de la Hispanidad. Un domingo de esos que te levantas con la tensión e ilusión por las nubes y que al mediodía se convierte en un domingo vacío, plagado de dudas y ansiedad por conocer respuestas a mil preguntas sin respuestas.

24 horas después de la carrera, seguimos buscando los motivos del mal resultado del nuestro en una prueba donde la confianza sobresalía sobre la propia dificultad de una dura prueba. El resultado en el Gobierno Vasco de hace apenas un mes nos hacía pensar en esas buenas opciones, teniendo en esta además, unas condiciones de peso a nuestro favor que extendían las garantías de éxito. Pero el turf desgraciadamente no es una competición matemática y cuando los astros no se alinean, es tremendamente difícil encontrar motivos y respuestas sencillas. Esta mañana hablábamos con Juan Luis Maroto buscando algún motivo obvio que nos aliviara la angustia y de alguna forma nos reconfortara como mal menor, pero nos dimos cuenta que los grandes personajes del turf con experiencia dilatada, no reparan demasiado en buscar respuestas inmediatas ante una mala carrera. El caballo afortunadamente no sufrió ninguna lesión, que era lo más importante, y simplemente reparaba en que fue una mala actuación entre otras muchas buenas que había logrado hasta la fecha. Nos comentaba que, por supuesto, habría que considerarla, pero sin sacar conclusiones fuera de lugar. Quizás para un joven aficionado o propietario esta respuesta no resulte demasiado convincente, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta que las reglas de juego de este mundo son así de imprevisibles, y hay que saber encajar los golpes que de vez en cuando llaman a la puerta. La prueba fidedigna de esta conclusión es el trío que completó ayer esta previa, donde al margen de «Noray», como excepción de confirma la regla, estuvieron caballos que parecían «apriori» no tener demasiado chance, sin llegar tampoco a aparecer el que más opciones podría tener, como era el caso de «Doctor Oscar».

Hay un refrán que dice que “Cuando el carro se ha roto, muchos te dirán por donde no debías de haber pasado”, y estos consejos muchas veces, más que ayudar, debilitan la moral y te inducen a la inseguridad. Sobre los muchos comentarios de amigos y cercanos al turf que hacían referencia a un mal planteamiento de carrera, decir que “Barbarigo” ayer corrió en las mejores condiciones y con la mejor estrategia posible que nuestro preparador creyó conveniente. La monta siguió al dedillo las instrucciones, pero el resultado no fue el deseado. Es evidente que no salieron las cosas y que el caballo, bien por forma, bien por desgaste en el recorrido, bien por pista rápida, o bien por porque no se sintiera en su mejor día, no tuvo ese cambio de ritmo final que le permitiera luchar la victoria. Fayos nos comentaba al final de carrera que enfilada la última recta, creyó tener caballo para llegar hasta el final, pero se apagó en el poste de los 200 m, y esa es la única realidad. A partir de ahora hay que seguir aprendiendo del joven caballo y  reconducir su estrategia para futuros envites, si finalmente consideramos que fue el motivo principal. El caballo ha demostrado su valía para competir en la primera división nacional y estamos convencidos que lo seguirá haciendo. Hasta sosegar los ánimos y encontrar respuestas a un mar de dudas que ahora afloran, la primera acción será no confirmar su participación en el Gran Premio de la Hispanidad y buscar un nuevo programa para él en la temporada de otoño que recién ha comenzado. El caballo ayer nos pidió un merecido descanso, y como no puede ser de otra forma, se lo concederemos con cariño y resignación, con la convicción de que con solamente cuatro años, nos queda mucha competición por delante para seguir disfrutando de todo su coraje de buen caballo.

Dicho esto, la carrera solamente tiene un protagonista digno de mención y alabanza y no es otro que “Noray”. Ayer demostró nuevamente ser el mejor millero de nuestro circuito desclasando a un buen lote de caballos de valor. Quizás se pudo aprovechar de nuestro trabajo, pero se me hace difícil pensar que le hubiera desbancado alguien con cualquier otro tipo de recorrido. El gran trabajo que ha hecho Enrique León con este hijo de “Naaqoos” es algo para tener muy en cuenta. A la edad de “Barbarigo” se movía con valores 39 sobre la milla larga en el sur de Francia. Poco a poco fue ganando en experiencia y bajando la distancia hasta convertirse en lo que ayer de nuevo volvió a demostrar… ser el mejor millero de nuestro turf. Mención especial también para “Bank Guarantee” que sin contar casi ni para el mejor pronosticador, se alzó con un magnífico segundo puesto. Enhorabuena para la cuadra “La Reverdite” y todos sus responsables por un buen trabajo hecho en silencio durante gran parte de la primavera y verano. Para completar el trío, volvió a resurgir un “Céfiro” al que le vimos algo soso en el Gobierno Vasco, y que de nuevo volvió a colgarse una medalla de valor.

Poco más para nosotros depara esta amarga prueba. Solo queda lamerse las heridas y confiar en la vuelta a las buenas sensaciones, sin cometer el error de buscar demasiadas respuestas a una simple y mala carrera.


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